El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, Carlos Carrillo, alerta de que la pesca ilegal con fusiles, los trasmallos y la venta no autorizada de pescado ahogan a los profesionales, cuyas capturas entre El Sauzal y La Guancha se han reducido unos 2.000 kilos en lo que va de año.
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, Carlos Carrillo, denuncia desde el Puerto de la Cruz que "el furtivismo acabará con la pesca tradicional en el Norte, si no se toman medidas urgentes". La crisis ha incrementado la presencia de pescadores furtivos que esquilman el mar con fusiles y trasmallos, y luego venden sus capturas de manera ilegal y sin control de ningún tipo, fundamentalmente a bares, restaurantes y guachinches.
Carrillo considera que el furtivismo es la principal amenaza para un sector debilitado. En lo que va de año, los profesionales de su cofradía han obtenido unos 2.000 kilos menos de pescado que en el mismo periodo de 2009. El problema de la pesca furtiva es especialmente grave en la zona costera entre los municipios de Tacoronte y La Guancha.
"La pesca está mal. El mar cada vez da menos", lamenta Carrillo, quien destaca que en su cofradía hay 28 embarcaciones y 43 pescadores censados, "pero en la actualidad sólo salen a pescar siete embarcaciones y apenas 15 pescadores. Muchos están buscando trabajo en tierra para poder comer".
Los pescadores profesionales del Puerto han tenido ya varios encontronazos desagradables con los furtivos: "Si los detectas y te acercas, te amenazan con el fusil y, como suelen llevar tapada la matrícula de la embarcación, es muy difícil denunciar", destaca Carrillo. En una ocasión, el patrón mayor vio cómo unos furtivos le sacaban una pistola, "no sé si real o simulada", junto a la costa de La Romántica, en Los Realejos.
Para resolver este grave problema, el Puerto de la Cruz acogió recientemente una reunión entre los pescadores de la cofradía, la Guardia Civil, el ayuntamiento y la Consejería regional de Pesca. En ese encuentro, al que asistieron Carrillo y el alcalde portuense, Marcos Brito, se acordó incrementar la vigilancia para hacer frente al furtivismo. Sin embargo, aún faltan medios materiales y humanos para controlar todo el litoral y actuar con mucha más rapidez.
Los pescadores portuenses han pedido a la Policía Local que colabore en la lucha contra el furtivismo. Posteriormente, tratarán de que otros cuerpos municipales de la comarca se sumen a esta actividad de control junto al Seprona de la Guardia Civil y el departamento de Inspección Pesquera.
Carrillo apunta que la cercanía de la Policía Local permitiría actuar contra furtivos que "incluso se atreven a pescar con su fusil en la punta del muelle de la ciudad, pero en lo que llega la Guardia Civil o Inspección Pesquera, ya se han ido".
Los pescadores portuenses reclaman también que la lucha contra el furtivismo se traslade a tierra, con un aumento de los controles en la venta de pescado en bares, restaurantes e incluso pescaderías. "El consumidor puede y debe exigir la nota de primera venta, donde se indica de dónde ha salido ese pescado", recuerda Carrillo. También se reclama más vigilancia en playas y muelles del Norte, "que es donde descargan las capturas ilegales".
Carrillo pide responsabilidad a todos y recuerda que "si no hubiera compradores para el pescado ilegal, no existiría este nivel de pesca descontrolada".
Publicado en el diario EL DÍA